Hoy estaba echando un vistazo al proyecto de reforma de la ley hipotecaria que ha presentado el Gobierno en el Congreso, y que la oposición ha bloqueado, lo que le está resultando un dolor de cabeza al Ministro De Guindos.
El proyecto es malo de solemnidad. Una de las cosas que me ha llamado la atención es la regulación del interés de demora. Según el Supremo en préstamos hipotecarios sobre viviendas cuando el titular del préstamo sea persona física, el interés de demora no puede ser superior a dos puntos porcentuales sobre el ordinario. Por ejemplo, si estás pagando un 1 por ciento, y dejas de pagar, se generan intereses moratorios al 3 por ciento máximo.
Con la nueva regulación en proyecto, el interés de demora queda determinado para evitar los abusos. Será el triple del interés legal de dinero, por ejemplo, si ahora el interés legal es el 3 por ciento, pues el 9 por ciento.
Como veis es un regalo a los bancos, siendo la forma de solucionar el abuso el legalizarlo.
Y este De Guindos es el mismo que aspira a un pedazo de cargo en Europa. Un lacayo de la banca.
Es patético y preocupante.