Sí, estamos de acuerdo. Los nacionalismos son malos por donde se miren, sean locales o globales. Yo como Erasmo me considero "ciudadano del mundo" y me he sentido identificado en casi todos mis viajes, desde Lima a Bangkog, sólo en el mundo árabe y en algún país de la Europa del este me he notado incomodo por el etnocentrismo de sus habitantes, como en Rusia o en Egipto.
Pero no se debería separar el juicio de la necesidad, es decir, la evaluación de una cosa sin atender a sus causas.
A mí me parece un error esta actitud hacia el nacionalismo porque lo juzga así, sin atender a sus causas. Entonces, se hace parte del problema: porque si es necesario, y se juzga malo, te lleva al conflicto con otros hombres.
Los pueblos son como los individuos, que el tiempo los determinas. Quiero decir: un mundo sin diferencias nacionales sería como una jardín de infancia donde la inmadurez tiene nivelado las diferencias y los caracteres entre los niños, que más adelante en la edad adulta irán aflorando. Borrar las diferencias sería entonces como borrar la identidad.
Sin embargo, al igual que hay una igualdad entre los hombres a pesar de sus diferencias de carácter en la edad adulta, habría una igualdad entre pueblos a pesar de sus diferencias.
Aquí se esconce un juego ideológico cuando se usan las diferencias para romper la igualdad, o el principio de igualdad para eliminar las diferencias.
Es el juego con que los intereses ideológicos manipulan a la opinión púbica en un sentido u otro: bien para romper la igualdad apelando a la identidad nacional, o bien a eliminarla apelando a la igualdad. Uno u otra opción lo permite la aceptación o rechazo del nacionalismo sin atender a sus causas o sus razones (a su concepto).
Yo también me siento cómodo como "ciudadano del mundo" pero no puedo dejar de ser un español del S. XXI, y nadie un individuo del género humano ni de su nación.....porque la nacionalidad va con esta individualidad (y para negarla hay que irse o a la infancia de cada cual o todos juntos atrás en la historia). Y si alguien me impidiera ser una cosa junto a la otra (español y ciudadano del mundo) , me molestaría, como están molestos los nacionales no reconocidos como tales.
Un saludo.