Hola, me cuesta mucho hablar de esto porque aun estoy en mantillas metafísicamente hablando y en otras cosas más, pero a esto que expresas
Dvi: La pregunta por el Ser es la pregunta por su sentido, el cual es diferente de la pregunta por el/los entes. Sólo el primero es antropológico porque es específicamente humano: está vinculado al lenguaje, la cultura, la historia etc. La ontologia en Heidegger tiene este sentido desplazado hacia la antropología sin ser tampoco antropología. La obra y pensamiento de Heidegger va en busca de una "metafísica" de este "Ser-ahí". Para Marx, la esencia del hombre es su praxis; para Heidegger habría unas estructuras existenciales al modo de la metafísica tradicional pero desplazadas a la Vida, y referido al Vida Humana a la comprensión (lo que las Categorías de Aristóteles serían al Ser griego, los existenciales de Heidegger serían al Dasein o Vivir). ¿Se ve? Esto es una "ontologia" de la antropologia. Para Marx, no hay "meta-física ni ontología: la esencia del hombre es su práctica (no hay nada "metá" o "transmundano" como tampoco no hay más cera que la que arde).
¿Qué otra pregunta hay por el ser que no sea específicamente humana?
Parece ser que Heidegger denuncia “el olvido del ser” en la historia de la metafísica por su confusión con lo ente o su superación en lo ente sin embargo ese “ser” que hemos olvidado, según Heidegger, dices ser distinto al de la Ontología especial y general de C.Wolff. ¿Cuál es esa ontología “Wolffiana”? Entiendo lo anterior al sujeto trascendental de Kant. Y ¿por qué en la asignatura de metafísica entro casi directamente en Heidegger? Dice Fco.J.Martínez en ese libro que detesta Germán que Heidegger no busca la destrucción de la metafísica sino su “asunción”, “inaugurar otro tipo de pensamiento”, “pensar la verdad del ser” más allá del pensamiento representativo. El “Ser-ahí” (Dasein), no es el hombre, es ese ámbito donde se abre el horizonte para la pregunta que se hace el hombre por el “ser” y ese ámbito se da en el tiempo. El hombre es ese ente abierto al Ser y el tiempo ese “claro abierto al retirarse del ser” al que el ser pertenece. Aun tengo El Capital de Marzoa envuelto en su plástico, esperaba a avanzar un poco en la asignatura para abordarlo, pero ahora que sé que distingue muy bien lo “óntico” de lo “ontológico” no pasa de hoy el “des-nudarlo”.
Ks: Vale, pues en mi humilde opinión; no estoy de acuerdo con Oñate, porque el eterno retorno es algo que nombra raras ocasiones, aunque es cierto que dice que es <<su pensamiento más abismal>>.
Oh no, ¡Pero si “Así habló Zaratustra” es todo él Eterno retorno! Zaratustra es puente entre esa racionalidad que nos lleva a ver el tiempo como algo superado, cronológico y el Ultrahombre. Hace emerger la tragicidad del hombre que negamos afirmando un tiempo como fugacidad, afirmando el “fue” y proyectándonos a un más allá “fuera de”. La voluntad de poder es transvaloración, es la búsqueda de otra forma de comprender el ser que se ofrece y se retira, que se vela y se desvela, alétheia que dice Oñate. El águila y la serpiente enroscadas en un círculo, cielo y tierra abrazados, otros caminos del pensar, otra forma de acceder a la verdad que pasa por asumir la muerte, otra forma de comprender el ser. El sol se pone por Occidente y vuelve a salir al día siguiente, se oculta, se vela para volver a desvelarse, Oñate dice “vacío”, “grieta”, Heidegger “el claro abierto al retirarse del ser” y ¿Nietzsche? En ese atardecer “hasta el más humilde de los pescadores remaba con remos de oro” (más o menos, no lo tengo ahora a mano)