Hola Cris! te dije que o te digo que Nietzsche se influyó mucho por Schopenhauer sobre todo en esa voluntad de poder. Este dice que fue uno de los primeros filósofos que otorgó importancia al cuerpo en tanto que entidad digna de la filosofía. El cuerpo constituye nuestro físico. El cerebro es parte de nuestro cuerpo y algo físico; gracias a su maquinaria, percibimos y juzgamos, razonamos, tenemos conciencia del mundo ( algunos). Schopenhauer añadía que el ser humano siente su cuerpo y lo siente y percibe como VOLUNTAD, puesto que cuerpo es " VOLUNTAD HECHA OBJETO". Por una parte, percibimos nuestro cuerpo como representación, cual objeto representado, pero por otra,lo sentimos como VOLUNTAD gracias a que contamos con un " sentido interno de la percepción". Cada uno de nosotros nos percibimos como seres que actúan movidos por motivaciones y estimulos. Tal desear interno no es, precisamente, objeto de la representación; solo después que el deseo, la VOLUNTAD, haya actuado en nosotros a priori se observa el motivo de la acción a posteriori. Cuando movemos un brazo no pensamos en moverlo, lo movemos sin más, aunque sea una fracción de segundo antes de que nuestra razón nos haya explicado el motivo del movimiento.
Esta experiencia interna de la VOLUNTAD que reside en nosotros, gracias a la cual actuamos, la noción de estar constituidos por ese impulso anímico y físico del que cobramos conciencia aunque no seamos capaces de explicarlo del todo, es lo que Schopenhauer afirmaba experimentar como algo distinto, " en todo género", de la representación. Es cierto que cuando actuamos lo hacemos movidos por algo que podemos motivar desde nuestra razón, y que nuestros actos tienen su reflejo en el mundo de la representación, pero lo que el filósofo quiso destacar es que aún siendo nosotros conscientes de nuestra VOLUNTAD, esta proviene de una fuente que no es representada, nace de un interior nuestro del que no somos conscientes hasta que no lo sabemos.
Así, el mundo de la representación y de la voluntad son uno y lo mismo, si bien considerados desde perspectivas distintas. Sin embargo el mundo de la representación,mediatizado por el conocimiento, el cerebro, no nos conduce al mundo de la VOLUNTAD,pues la voluntad es el en sí del mundo de la representación aunque queda fuera de la representación. Solo nos hacemos conscientes de nuestra VOLUNTAD en el mundo de la representación pero esta voluntad no es "toda" la voluntad sino solo la nuestra.
R B A
Al hilo de la VOLUNTAD nos dice Roberto R. Aramayo: " Así pues aquella incógnita que Kant denominó cosa en sí se ve despejada pr Schopenhauer, quien en principio homologa ésta con la VOLUNTAD BUENA, si bien advierte que con ello solo está utilizando la mejor de las denominaciones posibles, habida cuenta que nuestro querer no cubre ni mucho menos el amplio espectro que abarca la voluntad en sentido lato, la cual comprendería junto a las voliciones humanas los apetitos animales y todas las fuerzas o energías inconscientes que animan al conjunto de la naturaleza." Pero la palabra VOLUNTAD, que como una palabra mágica debe desvelarnos la esencia íntima de aquella cosa en la naturaleza, no es en modo alguno una dimensión desconocida, algo alcanzado mediante silogismos, sino algo conocido inmediatamente y que nos es muy familiar(.....).Hasta el momento se subsumía el concepto de voluntad bajo el concepto de fuerza; yo hago justo al revés y quiero conocer cada fuerza implícita en la naturaleza pensada como voluntad".
Ese sustrato común a todos los fenómenos es una suerte de pulsión volitiva e inconsciente que Schoopenhauer suele describir en varias ocasiones como un "ciego" afán un sordo y oscuro impulso inconsciente e irresistible" el cual sólo guardaría con la voluntad humana un lejano parentesco.
Sin embargo, Schopenhauer prefiere denominarlo "VOLUNTAD", antes que "alma del mundo", precisamente para emparentarlo con aquello que conocemos mejor y poder acceder así a esa VOLUNTAD CÓSMICA gracias al establecimiento de tal analogía.".