Hola:
Para la aritmética el "punto" es lo "indivisible" también, o "lo que no tiene partes" desde él parte el "espacio". Para Platón y los geómetras este punto no está en el tiempo cronológico, sino en el aiòn. El punto, la linea, el plano o los sólidos son figuras geométricas que se sitúan en el tiempo aión, y su espacio es el inteligible. Es un tiempo y un espacio " separado", horismós, del espacio sensible. El espacio sensible si es el espacio cronológico de la "vida y la muerte". El triángulo de una señal de tráfico sensible está en cronos, si un camión la dobla, ayer era un triángulo y hoy es una chatarra doblada. El triángulo de la geometria está en aión y " no cambia" porque el tiempo es otro, es un tiempo eterno. Pero todo parte de algo previo: lo "indivisible" y lo "indivisible" es el concepto de "unidad" que es el que da concepto a los conceptos. Por ejemplo "triángulo" es un indivisible, en su concepto de "triángulo". Pero la mejor expresión de " indivisible" en geometrìa es el de "punto". Con el punto parte la geometrìa toda. Pero antes de él tiene que haber la noción de "indivisible" o "unidad". La unidad es " lo que es", el concepto o ser. Geométricamente es "lo que no tiene partes", ya que estamos en un espacio que se llena a partir del punto
Todos estos problemas que presentas aquí son precisamente los problemas de la ambigüedad pitagórica, derivado de usar símbolos y analogías en vez de conceptos para tratar la flosofía primera porque acaba mezclando cosas
de lo que se quiere decir (lo simbolizado) con cuestiones que son relativas
al símbolo, y la relación entre el símbolo y aquello que se simboliza es siempre accidental. Por ejemplo, los colores de las banderas y los países de que son símbolos. ¿Qué tiene que ver el color rojo y azul con Francia? La bandera francesa podría haber sido verde, y la de cualquier país de cualquier otro color. Conclusión: no podemos establecer una relación de necesidad entre lo que son los símbolos y lo que es lo simbolizado. Esto crea aporias ficticias.
Hegel advierte esto mismo cuando Aristóteles mismo es el que recurrre, como pitagóricos y Platón, a la analogía para explicar algunos conceptos difíciles cuando se presentan
puros. En concreto, cuando en De Anima dice primero Aristóteles que el alma es potencia y acto puro:
el alma carece de forma propia y como potencialidad pura, es su misma actividad (*). Antes de inteligir, dirá, el alma no es nada. Esta definición dicha así es un galimatías y entonces Aristóteles recurre a una representación para hacerla más accesible. Dice:
el alma es como una tablilla de cera en blanco...
Pues bien, este
ejemplo a través de una analogía traerá problemas y malas interpretaciones durante miles de años porque los escolásticos
la interpretaron literalmente, es decir, concibieron el alma más allá de la analogía y su valor simbólico, o dicho de otro modo, trasladando al Alma (lo simbolizado en la analogía) propiedades que son propias del símbolo (de una tablilla en blanco) y esto distorsiona la esencia del concepto del alma. En efecto, recordemos que su definición es que el
alma es su propia actividad (*), pero con el ejemplo de la tablilla en blanco la concebimos como
algo pasivo, sin actividad propia porque las tablillas de cera no se rellenan solas sino que implican un escribano etc. Del ejemplo sacarán los escolásticos la idea de un intelecto activo exterior al alma...como el escribano es exterior a las tablas en las que escribe. Por cierto, esta pasividad es el dogmatismo de la escolástica que levantará Kant:
el conocimiento se rige por el Sujeto...lo mismo que dice el
De Anima de Aristóteles!
Pues te respondería lo mismo a tus comentarios. Con los números pitagóricos no hay que ir más lejos de su valor simbólico porque de lo contrario nos metemos en el mismo problema de los escolásticos con la "tablilla de cera": empezamos a "tirar del ejemplo", y a trasladar propiedades del símbolo hacia lo simbolizado y al final todo se complica artificialmente.
La doctrina de los números ideales son importante sobre todo por su sistematicidad: son como la Tabla Periódica de Mendeléyev, para entendernos:
completa en una unidad, aunque deje huecos vacíos, las posibilidades del Ser y del Pensar. Con los números pitagóricos todo caía en unos de sus 4 primeros número: mónada, díada, tríada y tétrada. Su suma es la década, y de ahí todo vuelta a empezar.
es.wikipedia.org/wiki/Tetraktys
U saludo.