Ksetram escribió:
No es que haya muerto Dios o el hombre, es más grave. La democracia ha muerto.
Hola, Is:
La democracia jamás ha vivido. Siempre han mandado las élites. Obsérvese que en la "democracia" ateniense, la voz cantante la llevaban familias de notables como los Alcmeónidas. En realidad, se dice que se cambia de régimen pero el anterior permanece en las estructuras de poder. La nobleza tuvo un pequeño traspiés, pero Napoleón no tardó nada en volver a darle poder, al menos a las facciones que aceptaron apoyarle. En España, bajo el manto democrático, siguieron en el poder las élites franquistas, tanto en lo económico como en lo judicial, lo militar y lo político (ciertamente, hubo un tiempo en que era posible subir socialmente si eras lo suficientemente delincuente. He vivido bastante el ambiente empresarial de mi ciudad natal). Lo militar perdió cierto aire tras el 23-F, parte de lo político está en solfa ahora con la crisis de uno de los partidos herederos del dictador, el PSOE (pero véase como aún ahora se ha dado de baja el telediario de TV13 Corcuera), que, curiosamente, tras su neoliberalismo parece que alberga una militancia más bien de izquierdas. Lo judicial empieza ahora a tambalearse, obligando a movidas como la del Fiscal General del Estado y la fiscalía anticorrupción, y jamás podremos pagar la labor de Baltasar Garzón, que no sé si alguna vez (ya veo venir a Germán) habrá cometido algún error técnico, pero está claro que acertó en lo principal, poniendo en jaque al narco y al corrupto. Y eso es lo que importa.
No han sido distintas las "democracias" europeas de la postguerra: fueron básicamente aplicación del principio Bismark: si hay peligro de revolución social, haz concesiones a la escoria, perdón, quise decir al pueblo. Y lo había mientras la URSS estaba ahí y tenía un cierto (falso, por supuesto) prestigio. Curiosamente, fue un enorme éxito económico, pero también tenía graves desequilibrios; entre otras cosas, dependía de una política económica keynesiana, es decir, basada en un insostenible crecimiento continuo. Su declive dio el pistoletazo de salida al neoliberalismo, decidido, como siempre por nuestras élites. Y lo venden a los pueblos mediante técnicas de propaganda.
¿Es posible que los pueblos utilicen la razón para regirse por ella e instaurar un orden justo? Yo soy muy pesimista al respecto. Ya hace tiempo que no insisto en que el lenguaje surgió para aumentar el poder de los hombres, pero para eso no hace falta que lo que se diga sea verdad, sino eficaz. Y en esas seguimos. Posverdad: el uso de siempre del lenguaje: aunar la acción de mucha gente en aras de algún poder, que no tiene por qué ser bueno. Mito: pues lo mismo, pero en sus buenos tiempos, era más ingenuo y más simpático. Pero no tan diferente. Y a veces, a su manera, podía ser interpretado para algo bueno.
Saludos.