Hola:
Esta polémica es, por un lado, absurda pero por otro muy profunda precisamente porque no hay mayor reto para la sociología el que una sociedad tenga interiorizado (normalizado) el absurdo.
El absurdo es el siguiente: en una sociedad democrática, la voluntad general, es decir, la Ley es la única instancia fuente de obligaciones. Este principio radica, en ultima instancia, en el principio de soberania popular. Esto es: la ley obliga a los ciudadanos porque ellos son los participes en su elaboración por medio de los elegidos para representarlos en el Parlamento (sede de la soberania). A nivel particular, por medio del consentimiento en los contratos, la otra fuente de obligaciones es el pacto o libre voluntad.
Hay más: las normas generales (leyes) o particulares (contratos) obligan al individual porque es fruto de su libre autodeterminación. Este principio marca la frontera de la modernidad (la base sobre la que Rousseau, Montesquieu y Voltaire construyen la Política, Moderna). La heteronomía queda desterrada de la Historia.
¿Qué significan estos
tópicos de los manuales de Derecho Constitucional? Pues simplemente que
sólo la Ley, que emana y expresa de la soberania popular, puede determinar quién es el sujeto pasivo de un impuesto, ya se trate del impuesto de ITPAJD o de cualquier otro.
Pero, ¿cómo es esto que 15 individuos, por muy altos magistrados togados que sean, son los que deciden quién es el sujeto pasivo de un impuesto atribuyéndose el ejercicio de facultades previstas solo para la Ley (para el poder legislativo o Parlamento?
Dicho en román paladino:
al poder judicial no le corresponde decidir a quién corresponde pagar este o aquél tributo o quién es el Sujeto pasivo. Por esto todo este debate público sobre el ITPAJD en el caso de las hipotecas es absurdo. Mañana mismo se podría
legislar este asunto para zanjarlo de una vez por todas, es decir, modificar el articulo 8 de la Ley sobre el impuesto señalando como sujeto pasivo a quién sea, y punto pelota.
Ahora bien, de estos absurdos los sociólogos hacen su agosto: de la aceptación de que 15 señores se atribuyan la facultad de "legislar" quién debe pagar un impuesto , no solo ya por parte de los partidos políticos (el legislativo) sino del conjunto de la sociedad (medios de comunicación, asociaciones civiles etc.), un sociólogo sueco es capaz de ver, en efecto, que el principio de servidumbre o el nacional-catolicismo sigue modelando la forma de pensar de los españoles y,
a fortiori, el funcionamiento nuestras instituciones.¿Desde cuando un Tribunal determina
normas generales?
Germán: se trata de un
principio formador de la españolidad porque ni los de Podemos, a la vista de su reacción, se salvan del mismo. Sectores en España donde anide o haya llegado la modernidad se cuentan con los dedos de una mano (porque visto la cosa, aquí en España parece que todos conocemos a Rousseau, Montesquieu o a Voltaire pero nadie parece haberlos leído, empezando por los 15 señores que componen el pleno de nuestro máximo órgano judicial: el Tribunal Supremo). Cualquier magistrado, no ya con vergüenza torera, sino con
vergüenza histórica, no se hubiera dejado embaucar en este sainete sobre el pago de los impuestos y la
servidumbre a la Banca (¿quién nos ha dado vela en este entierro?).
blogs.publico.es/econonuestra/2018/11/04...ecas-y-en-espana-si/
Un saludo.